martes, 3 de marzo de 2009

EL DANCE DE VELILLA DE EBRO


































Tal y como conocemos hoy nuestro dance, lo podríamos definir como un conjunto de elementos que no se integran ni se unifican antes de finales del siglo XVI. Se compone de elementos musicales, bailes, luchas de palos y espadas entre moros o turcos y cristianos, y los "dichos" que son diálogos o dedicatorias a San Nicolás .
El dance proviene de ritos pastoriles, agrícolas o guerreros, pero si nos trasladamos a la época de inicio de nuestro dance, lo que ocupaba el centro de las vidas de nuestros antepasados era el cristianismo y la religión católica. Por eso todos los elemetos que forman nuestro dance giran alrededor de una figura divinizada por el pueblo como es nuestro patrón San Nicolás de Bari, y una tradición legendaria que se ha convertido a lo largo de los siglos en un referente inseparable de nuestro pueblo, como es nuestra legendaria campana "del milagro".
Todos estos elementos no se incorporan al dance que hoy conocemos de una sola vez y al mismo tiempo, sino que cada uno se fue sumando al conjunto a lo largo de los años hasta finales del siglo XIX. La mayoría de estos componentes se fueron difundiendo entre las diferentes localidades vecinas, uniéndose a las aportaciones originales de nuestros antepasados. Esto lo corrobora el hecho de que en todos los dichos que se conservan de nuestro dance, no se mencione ni una sóla vez a nuestra campana del milagro. Estos bailes y las luchas entre moros y cristianos son contadas ya en el Quijote y en abundantes escritos de los siglos XVII y XVIII.
Al tener este dance en su conjunto un carácter eminentemente religioso, ha hecho que llegue hasta nosotros prácticamente intacto en todas su manifestaciones, ya que se celebra invariablemente todos los 6 de diciembre, festividad del ya mencionado San Nicolás de Bari. Uno de los muchos aspectos en que se nota esta influencia religiosa es que todas la luchas entre moros y cristianos con sus respectivos dichos, acaban con el bando cristiano como vencedores, los moros convertidos al cristianismo, y todos juntos bailando para celebrarlo.
Los dichos manuscritos que se conservan, son el resultado de una larga tradición oral de copias de otros textos de localidades vecinas y aportaciones importantes de algunos vecinos de Velilla, que a finales del s.XIX completaron los textos de los 4 dichos que existen en la actualidad.
En 1585, cuando Felipi II realizaba un viaje a Zaragoza, el arquero Cock, miembro de su séquito, tuvo la feliz idea de ir anotando todo lo que le parecía curioso y extraordinario. En esos apuntes registró gran cantidad de danzas organizadas por los zaragozanos para divertir al rey.
En la vida de Estabinillo González se hace mención a un festijo de 1645 en una localidad cercana a Zaragoza en honor de su santo patrón. En ella se describe una lucha de moros y cristianos y la conquista de un castillo.
Existen en la actualidad dos hechos que nos recuerdan la antigua relación de nuestro dance con fiestas litúrgicas. La más evidente es la vestimenta de los volantes, que al lucir enaguas, nos recuerdan a los ya casi desaparecidos monaguillos y otros atuendos eclesiásticos. El otro tiene relación con las representaciones de estos bailes en las iglesias y en nuestro caso en la ermita de San Nicolás. En nuestro pueblo no se acabó con esta costumbre ni cuando en 1777 una Real Cédula de Carlos III prohibía bailar los días de fiesta en las iglesias o delante de algún santoEn 1677 se citan dances ejecutados al paso de la comitiva de Carlos II, cuando se dirigía a Aragón y otras en que se describen suchas de espadas.
Los inicios del dance tuvieron lugar seguramente en los Pirineos con las luchas de moros y cristianos, por tener lugar allí la reconquista en Aragón. Desde allí se fue extendiendo paulatinamente hasta el centro y sur del valle del Ebro. A estos elementos se les sumaron en nuestra localidad nuevas pastoradas, soldadescas y guirnaldas.
La fecha más antigua que se conoce de un texto escrito corresponde a una pastorada de Besians que data de 1738, aunque hay algunas menciones que llegan al siglo XVI.
A las pastoradas se fueron incorporando las luchas de moros y critianos en el siglo XVII. Estas luchas reflejan claramente la situación política, social y religiosa que quedó tras la expulsión de los moriscos de España y acontecimientos bélicos como las guerras de Portugal y Cataluña.
La fecha más antigua en la que se hace referencia a algo parecido a nuestro dance, la cita Cervantes en Las Bodas de Camacho, y cuenta como ya en 1150, en Aragón, ya se ejecutaban bailes de palos y espadas en las bodas de Doña Petronila con Ramón Berenguer IV.
Los últimos elementos que nos falta para acoplar al conjunto son el diablo y el ángel. Ambos representan la eterna lucha entre el bien y el mal, y son seguramente los últimos actores que formaron parte de todo el entramado teatral y folclórico.
La figura del Angel en el dance de Velilla debió de tener una vida muy corta, ya que hace más de 70 años que desapareció. El diablo se conserva en la actualidad aunque solamente como figura decorativa y pintoresca. Su misión es acompañar a los danzantes y asustar a los niños. Antiguamente siempre estaba a favor de los moros, producía desórdenes para impedir la celebración de la fiesta, y bromeaba con las mujeres. En alguna ocasión decía dichos en los que criticaba a las autoridades y provocaba a algunos vecinos del pueblo.
El final de la representación llegaba con la proclamación por parte del ángel de algunos versos a favor de los cristianos y el triunfo definitivo sobre el diablo que representaba a las cosas malas de este mundo. En la actualidad este final llega con la proclamación de algunos versos del dicho de la Guirnalda en la que se alaba las virtudes de algunos santos y se proclama una despedida final al patrón San Nicolás de Bari.


















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