lunes, 2 de enero de 2012

COLONIA "VICTRIX LEPIDA CELSA"

Corría el año 1972, cuando se realizaban en Velilla de Ebro las obras para el abastecimiento de aguas a la localidad, se descubrieron los primeros pavimentos de la antigua ciudad romana y el inicio de contacto con el yacimiento por el entonces profesor D. Antonio Beltrán.
En 1976, D. Miguel Beltrán, comenzó de forma sistemática una serie de campañas de excavación e investigación del yacimiento que llevarían a descubrir buena parte de dicha ciudad romana y que ya podemos disfrutar con su visita.
Años más tarde se construiría un museo monográfico con el que se completaría una exposición con lo más importante hallado el el yacimiento, así como ofrecer una idea detallada de la vida en la ciudad y un recorrido por la vida de sus ciudadanos desde que nacían hasta su muerte.

jueves, 25 de marzo de 2010

LA CAMPANA DEL MILAGRO DE VELILLA

LA CAMPANA DE VELILLA
(LA LEYENDA)
Allá por la época de los godos, esta campana llegó sola por el mar hasta el delta del Ebro. Por si esto fuera poco, llevaba dos velas encendidas con ella. Admirados por semejante prodigio, los habitantes de aquellas costas se apresuraban a apropiarse de aquel instrumento, pero la campana se sumergía y desaparecía de su vista.
Comenzó entonces a “caminar” contra corriente por el centro del río, recorriendo así buena parte del curso del Ebro. Cada vez que alguien intentaba capturarla se hundía en las aguas volviendo a aparecer con sus dos velas encendidas. Así continuó hasta llegar a la altura de Velilla de Ebro.
Sus vecinos se apresuraron a cogerla con garfios y otros instrumentos, pensando que el detenerse allí era una señal divina que les autorizaba a hacerlo, pero aún así, la campana se sumergía siempre que lo intentaban. Finalmente, bien por casualidad, o bien por revelación divina, dos doncellas se aproximaron al lugar donde estaba, y al solo contacto de sus manos, la campana se elevó sobre las aguas y se fue a la orilla del río.
Todos se quedaron maravillados al contemplar semejante prodigio, y cayendo a tierra de rodillas, alababan a Dios por enviarles un regalo tan fabuloso. Seguidamente colocaron la campana en la torre de la iglesia de San Nicolás, lugar que vendrá ocupando en lo sucesivo, reverenciándola desde entonces, y tributándole verdadero culto.
Esta leyenda tiene que ver bastante con la escena que se representaba en el cuadro conservado en la ermita de San Nicolás, y que se describió en el número anterior.
Esta campana era agorera, ya que siempre que tocaba por sí sola lo hacía para anunciar calamidades que iban a ocurrir en los reinos de España.
El primer toque del que tenemos noticia, ocurrió con motivo de la entrada de los árabes en nuestro país en el año 714. Se cuenta que tocó durante mucho rato, dando a entender lo duradera que había de ser la dominación del Islam en nuestra patria.
No se debió de encontrar muy cómoda la campana en este ambiente porque enmudeció por varios siglos, y no sería hasta el año 1435 cuando volvería a sonar por sí sola. Este año se encontraba Alfonso V, rey de Aragón, en guerra con la república genovesa, cuando cayó prisionero junto a sus hermanos y algunos señores de la varonía de Quinto a la que pertenecía Velilla, junto a la isla de Ponza. Este desastre fue anunciado por la campana el jueves día 4 de agosto, víspera de la prisión del monarca.
Uno de los toques que más fama cobró en su tiempo, fue el que ocurrió en septiembre de 1485, con motivo del asesinato del primer inquisidor del reino de Aragón, S. Pedro Arbués en Zaragoza. Estando el santo en oración en La Seo, sobre la media noche, unos judíos le propinaron tales heridas, que murió a los dos días. A esa misma hora tocó nuestra campana y lo hizo durante varios días seguidos.
Estos toques se incluyen en la leyenda porque, aunque son muy famosos, no están documentados por testigos oculares que confirmen el suceso.

En el próximo capítulo se contarán varios toques, que según la tradición, realizó esta campana en los años sucesivos.

José Miguel Nicolás Zapata

martes, 23 de marzo de 2010

LA CAMPANA DEL MILAGRO DE VELILLA

Quiero agradecer, en primer lugar, a Esther Aniento, su ofrecimiento y luego su paciencia por tener que fotografiar hoja por hoja el libro del que se ha sacado la mayor parte de los datos de esta “historia”.
“Las campanas de Velilla”, que así se titula el libro, es una edición de finales de S. XIX, de la que se conservan muy pocos ejemplares. Por sus características no se puede sacar del fondo bibliográfico en el que se encuentra mediante préstamo personal, y sólo se pudo conseguir fotografiándolo en sala, y aquí es donde intervino Esther con la eficacia que le caracteriza.

INTRODUCCIÓN

Muchos han sido los autores que han tratado sobre esta Campana y todos coinciden en que alcanzó gran renombre y fama por toda España y por todo el mundo. Y es que, según cuenta la tradición, se tocaba en algunas ocasiones por sí misma sin intervenir para nada la mano del hombre.
Antes de construirse la actual torre de la ermita de San Nicolás, había tres pilares al descubierto y entre ellos, dos campanas de parecido tamaño. De la que estaba a la izquierda no se contaba nada, siendo la de la derecha la que se tenía por “milagrosa”.
Su circunferencia era de diez palmos. Al Este y al Oeste tenía dos crucifijos en relieve, y al Norte y al Sur dos cruces. Alrededor de toda ella se leía este verso de la Sibila Cumea: “Christus Rex venit in pace, et Deus homo factus est”.
Como no se tenían noticias ciertas respecto a su origen o su fundición, corrían diversas versiones adornadas todas ellas con tintes maravillosos y fantásticos.
Había en dicha ermita de San Nicolás una pintura que podía ser del tiempo de los godos o incluso más antigua, en la que se representaba la venida de la Campana a Velilla, y cómo numerosas personas de rodillas, adoraban semejante prodigio. Este cuadro era muy venerado por los habitantes del pueblo por ser para ellos una explicación muda de la llegada de un instrumento tan fantástico.
Algunos autores que han escrito sobre este tema, se han aventurado a dar alguna explicación del fenómeno. Así, hay quien asegura que la fundió un perito astrónomo, o que en su fundición se utilizó una de las treinta monedas con las que Judas vendió a Jesucristo. Otros que la mandó fabricar San Paulino de Nola en alguno de los viajes que hizo a España. Hay quien dice que fueron los Reyes Católicos quienes la mandaron colocar en el lugar que estaba o que fue un regalo que se hizo a los monarcas aragoneses para avisarles de su muerte.
Sea como fuere, esta prodigiosa campana no dejó indiferente a nadie, y menos a los reyes españoles de quienes vaticinaba sus desastres e incluso su muerte.
También autores tan ilustres como Quevedo, Argensola y otros, le dedicaron sus versos como más adelante veremos.
En la siguiente entrega daremos un repaso a lo que fue la “Leyenda” de esta campana.

José Miguel Nicolás Zapata

martes, 3 de marzo de 2009

EL DANCE DE VELILLA DE EBRO


































Tal y como conocemos hoy nuestro dance, lo podríamos definir como un conjunto de elementos que no se integran ni se unifican antes de finales del siglo XVI. Se compone de elementos musicales, bailes, luchas de palos y espadas entre moros o turcos y cristianos, y los "dichos" que son diálogos o dedicatorias a San Nicolás .
El dance proviene de ritos pastoriles, agrícolas o guerreros, pero si nos trasladamos a la época de inicio de nuestro dance, lo que ocupaba el centro de las vidas de nuestros antepasados era el cristianismo y la religión católica. Por eso todos los elemetos que forman nuestro dance giran alrededor de una figura divinizada por el pueblo como es nuestro patrón San Nicolás de Bari, y una tradición legendaria que se ha convertido a lo largo de los siglos en un referente inseparable de nuestro pueblo, como es nuestra legendaria campana "del milagro".
Todos estos elementos no se incorporan al dance que hoy conocemos de una sola vez y al mismo tiempo, sino que cada uno se fue sumando al conjunto a lo largo de los años hasta finales del siglo XIX. La mayoría de estos componentes se fueron difundiendo entre las diferentes localidades vecinas, uniéndose a las aportaciones originales de nuestros antepasados. Esto lo corrobora el hecho de que en todos los dichos que se conservan de nuestro dance, no se mencione ni una sóla vez a nuestra campana del milagro. Estos bailes y las luchas entre moros y cristianos son contadas ya en el Quijote y en abundantes escritos de los siglos XVII y XVIII.
Al tener este dance en su conjunto un carácter eminentemente religioso, ha hecho que llegue hasta nosotros prácticamente intacto en todas su manifestaciones, ya que se celebra invariablemente todos los 6 de diciembre, festividad del ya mencionado San Nicolás de Bari. Uno de los muchos aspectos en que se nota esta influencia religiosa es que todas la luchas entre moros y cristianos con sus respectivos dichos, acaban con el bando cristiano como vencedores, los moros convertidos al cristianismo, y todos juntos bailando para celebrarlo.
Los dichos manuscritos que se conservan, son el resultado de una larga tradición oral de copias de otros textos de localidades vecinas y aportaciones importantes de algunos vecinos de Velilla, que a finales del s.XIX completaron los textos de los 4 dichos que existen en la actualidad.
En 1585, cuando Felipi II realizaba un viaje a Zaragoza, el arquero Cock, miembro de su séquito, tuvo la feliz idea de ir anotando todo lo que le parecía curioso y extraordinario. En esos apuntes registró gran cantidad de danzas organizadas por los zaragozanos para divertir al rey.
En la vida de Estabinillo González se hace mención a un festijo de 1645 en una localidad cercana a Zaragoza en honor de su santo patrón. En ella se describe una lucha de moros y cristianos y la conquista de un castillo.
Existen en la actualidad dos hechos que nos recuerdan la antigua relación de nuestro dance con fiestas litúrgicas. La más evidente es la vestimenta de los volantes, que al lucir enaguas, nos recuerdan a los ya casi desaparecidos monaguillos y otros atuendos eclesiásticos. El otro tiene relación con las representaciones de estos bailes en las iglesias y en nuestro caso en la ermita de San Nicolás. En nuestro pueblo no se acabó con esta costumbre ni cuando en 1777 una Real Cédula de Carlos III prohibía bailar los días de fiesta en las iglesias o delante de algún santoEn 1677 se citan dances ejecutados al paso de la comitiva de Carlos II, cuando se dirigía a Aragón y otras en que se describen suchas de espadas.
Los inicios del dance tuvieron lugar seguramente en los Pirineos con las luchas de moros y cristianos, por tener lugar allí la reconquista en Aragón. Desde allí se fue extendiendo paulatinamente hasta el centro y sur del valle del Ebro. A estos elementos se les sumaron en nuestra localidad nuevas pastoradas, soldadescas y guirnaldas.
La fecha más antigua que se conoce de un texto escrito corresponde a una pastorada de Besians que data de 1738, aunque hay algunas menciones que llegan al siglo XVI.
A las pastoradas se fueron incorporando las luchas de moros y critianos en el siglo XVII. Estas luchas reflejan claramente la situación política, social y religiosa que quedó tras la expulsión de los moriscos de España y acontecimientos bélicos como las guerras de Portugal y Cataluña.
La fecha más antigua en la que se hace referencia a algo parecido a nuestro dance, la cita Cervantes en Las Bodas de Camacho, y cuenta como ya en 1150, en Aragón, ya se ejecutaban bailes de palos y espadas en las bodas de Doña Petronila con Ramón Berenguer IV.
Los últimos elementos que nos falta para acoplar al conjunto son el diablo y el ángel. Ambos representan la eterna lucha entre el bien y el mal, y son seguramente los últimos actores que formaron parte de todo el entramado teatral y folclórico.
La figura del Angel en el dance de Velilla debió de tener una vida muy corta, ya que hace más de 70 años que desapareció. El diablo se conserva en la actualidad aunque solamente como figura decorativa y pintoresca. Su misión es acompañar a los danzantes y asustar a los niños. Antiguamente siempre estaba a favor de los moros, producía desórdenes para impedir la celebración de la fiesta, y bromeaba con las mujeres. En alguna ocasión decía dichos en los que criticaba a las autoridades y provocaba a algunos vecinos del pueblo.
El final de la representación llegaba con la proclamación por parte del ángel de algunos versos a favor de los cristianos y el triunfo definitivo sobre el diablo que representaba a las cosas malas de este mundo. En la actualidad este final llega con la proclamación de algunos versos del dicho de la Guirnalda en la que se alaba las virtudes de algunos santos y se proclama una despedida final al patrón San Nicolás de Bari.


















miércoles, 18 de febrero de 2009

CURIOSIDADES DE VELILLA

ARCO CON MOTIVOS DEL CAMINO DE SANTIAGO QUE PASA POR VELILLA


VELILLA DE EBRO


BANDERA Y ESCUDO OFICIALES DE VELILLA